Esta clínica, situada en el barrio de la Ventilla en Madrid, es una apuesta por la cultura oriental. Una celosía exterior formada por lamas de madera carbonizada, según la técnica japonesa Shou Sugi Ban, aporta una ovedosa imagen a la planta baja del edificio en el que se sitúa, un edificio de ladrillo tradicional de la zona.
El diseño interior incorpora varios de los elementos típicos de un hogar japonés: un tokonomo, que exhibe un tradicional kimono, y una puerta corredera “shoji”, hecha de bambú y papel de arroz.
El bambú está presente en toda la decoración: suelo de bambú, zócalos altos iluminados mediante leds, marcos de puertas y todo el mobiliario hecho a medida, donde se combina con paneles lacados en blanco.