Nos encantan los espacios pequeños, diseñar cada rincón para aprovechar cada mm2, así que cuando Dolores nos visitó y nos propuso el diseño interior de su apartamento, nos pusimos rápidamente manos a la obra.
Sólo contábamos con 20m2 para desarrollar el programa completo que cualquier persona necesita para vivir, un espacio para dormir, un espacio para cocinar, un espacio de estar y por supuesto un baño, que en este caso existía y sólo debíamos equipar. Debido a las reducidas dimensiones del espacio tuvimos que ingeniárnosla para sacar el máximo partido y hoy os contamos el resultado.
En Grupo Gubia no sólo damos forma a grandes obras de carpintería. Cualquier proyecto de pequeña escala, una reforma, rehabilitación, diseño de mobiliario… supone para nosotros un nuevo reto y éste fue otro más, el diseño y ejecución de un pequeño proyecto de interiorismo.
Muebles a medida, transformables y de líneas sencillas pero cuidadas son el instrumento que utilizamos para optimizar estos 20m2.
Tableros de fibra lacados y tableros contrachapados de abedul sirven como materiales base para fabricar un frente que oculta la cama y otro frente, que alberga la cocina. El primero, aparentemente plano, alberga en su interior puertas repletas de baldas y cajones pero sin tiradores, uñeros embutidos en los tableros hacen las veces de registro. Tan sólo un hueco central horizontal, que deja al descubierto el particular canto del tablero contrachapado de abedul y otro lateral vertical que, contiene baldas de madera y recoge parcialmente la mesa de apoyo del televisor, dan un toque de color y calidez al frente blanco.
El segundo frente, también blanco y ocupado por todo el equipamiento necesario para cocinar, posee otro elemento móvil cuya posición transforma parte del espacio útil en zona de comedor, una mesa abatible con un ingenioso sistema de recogida.
El espacio se transforma a la vez que los muebles se mueven. Si la cama se abre y la mesa se cierra, el espacio se disfruta para descansar de noche, pero si por el contrario la cama se oculta y la mesa se abre, el espacio se convierte en esapcio de día para vivirlo.
Belleza, armonía y orden en pequeñas grandes dosis…
Sutiles detalles, como los tiradores embutidos en el tablero base de la cama cuya diagonal se prolonga a las puertas superiores, o los herrajes de acero de la mesa plegable aportan sensibilidad y calidad a cada mueble y con ello al espacio resultante.
De nuevo la madera otorga a esta atmósfera blanca la textura y calidez que la convierten en un agradable lugar para vivir.